Hoy concluye una serie de acontecimientos que descritos serían turbulentos, molestos, emocionalmente agotadores, todos ellos me están haciendo entrar en un estado de trance, en un estado del que he salido numerosas veces. Esta entrada no es para mi, no es para plasmar nada, dejaré esto un tiempo, sois pocos los que me leéis y a todos os conozco, os agradezco mucho las visitas, el apoyo y los elogios que algunos me habéis dado, de momento fuerza, suerte y buena salud a todos por que servidor esta hoy muy cansado... muy cansado de todo...
un abrazo al que lo quiera.
(Título Pretencioso)
Me ha costado un huevo encontrar esto y cambiarlo.
viernes, 17 de mayo de 2013
domingo, 16 de diciembre de 2012
Statu Quo
Yo, al vivir de pocas cosas digo ser mi dueño,
yo, que me apoyo en el peso de mis palabras y en el remanente de mis sueños,
yo, que mi barco es mi fuerza y mi honor el timón,
yo que nada sería sin mis amigos que son el viento,
mis anhelos que son mis velas y mi familia, que es el mapa de mi situación,
por que bebiendo fuego en el infierno gracias a todos en mi vida siempre hay esperanza, un destello.
Puede que tras una larga ausencia no esté inspirado, sin embargo esta humilde oda se la regalo a mis amigos, y en general a todos mis seres queridos que ellos son por los que soy y seré, algunos no la leerán, pero espero que todos se den por aludidos con esa punzadita cálida que el corazón acoge cuando estas feliz y con los tuyos, al fin y al cabo el invierno es para eso, camaradería y regocijo con los demás eslabones de la cadena de una vida.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Cuento de no acabar
Aquí aguardo yo en el postigo del lamento,
esperando a oír lo que me dice el viento,
belleza; del espíritu alimento,
lánzame al arte con tiento,
musa, dueña eres de mi aliento.
En las calles de Castilla me abandono,
en su color antiguo me refugio,
ésta soledad no me la perdono,
camino, paseo, pensando en mi mismo cabeceo.
Por los días continúa mi periplo,
en un momento me giro y la veo.
Una vez más pienso en mí mismo y cabeceo,
las horas pasan, habito en mi cerebro,
ya de vuelta a casa me mareo,
me siento destrozado, como devorado por el can cerbero.
Al día siguiente ya he salido de los infiernos,
mañana nueva y nuevos pensamientos,
de nuevo en travesía me encamino,
la veo de nuevo, me hace sentir un niño...
Débil y frustrado me marcho a casa, acongojado.
La quemazón y el desaliento
vuelven a hacer de mi alma un lugar yermo.
me siento, lo pienso.
Otra vez en calle,
armado de valor, no sea que falle,
me la cruzo de nuevo,
de cerca, con detalle.
Puedo oler su aroma de jazmines,
su sonrisa limpia y simple: sublime,
sus ojos color de miel, me hacen estremecerme,
ese brillo, ese carisma, esa luz al pasearse,
su propia presencia parece del brillo de las estrellas burlarse...
esperando a oír lo que me dice el viento,
belleza; del espíritu alimento,
lánzame al arte con tiento,
musa, dueña eres de mi aliento.
En las calles de Castilla me abandono,
en su color antiguo me refugio,
ésta soledad no me la perdono,
camino, paseo, pensando en mi mismo cabeceo.
Por los días continúa mi periplo,
en un momento me giro y la veo.
Una vez más pienso en mí mismo y cabeceo,
las horas pasan, habito en mi cerebro,
ya de vuelta a casa me mareo,
me siento destrozado, como devorado por el can cerbero.
Al día siguiente ya he salido de los infiernos,
mañana nueva y nuevos pensamientos,
de nuevo en travesía me encamino,
la veo de nuevo, me hace sentir un niño...
Débil y frustrado me marcho a casa, acongojado.
La quemazón y el desaliento
vuelven a hacer de mi alma un lugar yermo.
me siento, lo pienso.
Otra vez en calle,
armado de valor, no sea que falle,
me la cruzo de nuevo,
de cerca, con detalle.
Puedo oler su aroma de jazmines,
su sonrisa limpia y simple: sublime,
sus ojos color de miel, me hacen estremecerme,
ese brillo, ese carisma, esa luz al pasearse,
su propia presencia parece del brillo de las estrellas burlarse...
¿Por qué necesito un título?
Llegan tiempos de cambio, tiempos de desidia, tiempos de espanto, tiempos de cambio. En éste lúgubre e inescrutable momento, en esta vorágine colosal de juicio inoportuno mi semblante se tiñe pardo y oscuro, como el ocre de la muerte en otoño... Las piedras que uso para los muros de mi mente cada vez son mas romas, cada vez afilan menos su compostura de modo que las ráfagas de la vicisitud llegan de cuando en cuando a golpearme impíamente, exponiendo descarnados sentimientos que vomito sobre lo poco que queda en pie y estos, sin ejercer de cemento lo hacen de ácido, uno que corroe y no preserva... Cauteloso en la llamada a mi ayuda encuentro las viejas muletas que una vez tirara dentro de mi alma, mudando la aflicción y reserva para con el mundo exterior, descorazonado por el hálito de la decisión perdida no logro hallar el viento que me impulse, supongo que perdiendo ya a uno de los pilares del ánimo habré de encontrar otro posible sustituto, si es que la columna derruida se puede construir de arriba a abajo. No hay cosa peor que tender puentes sobre el abismo cuando no conoces lo que presenta el otro lado. En estos tiempos de incertidumbre solo queda guardarse del odio y la tristeza y usar el valor como coraza, seguir adelante y nadar una vez más por esta melaza amarga que no ofrece el mas mínimo gusto de dulzor o de alivio durante un tiempo indefinido. Sólo espero encontrar reposo en una orilla de tierra humilde y reconfortante tan pronto como me sea posible. Lo bueno es que los tiempos oscuros son tierra fértil donde cultivar los escritos.
lunes, 28 de mayo de 2012
Vuelven las reflexiones
He estado pensando, pensando en la apoteosis de la creación humana, en la mismísima catarsis de su ejecución como conciencia. He estado pensando en los años y los siglos, he estado pensando en el futuro, en el porvenir ignoto y en la construcción del presente, que se yergue sobre las cenizas y cimientos del pasado. He estado pensando en lo que nos depara, en lo poco que significan para nuestra entera especie pequeñas cosas como el dinero o la ambición, la economía y las modas, cosas que sin embargo hacen respirar al animal que es la sociedad. Me he preguntado, si alguna vez de esta vibrante y convulsa amalgama de pensadores y pensamientos, de hipócritas, genios, héroes, amantes, eminencias, imprudentes y sátrapas podrá salir el bien más absoluto o el mal más deplorable. Me he preguntado si aguarda una respuesta en los confines del universo, y si por fin, con la ruptura de la ultima frontera, el espacio, se unirán la esperanza y las naciones, si en un futuro que yo como ser efímero e intrascendente no lograré contemplar, pero en el que siempre habitaré si queda un humano que se pregunte que mora dentro de su alma, la distinción del dinero desaparecerá también totalmente. He estado pensando que el odio es inútil, que la misma concepción resulta absurda, y que, poniendo a tela de juicio el breve tiempo que nos agudiza el amor por la vida, es una lástima y una pérdida de tiempo lo que hacen ciertos hombres o mujeres, como puede ser consagrar su vida al odio. Sólo espero y ambiciono que se aprenda la lección de nuestra propia indecencia, que se vea que somos una raza en su temprana adolescencia, y que la vida y nuestra perpetuidad son demasiado delicadas como para dejarlas caer en las manos del odio, el olvido, la traición o la abominación. Veo como el mundo hace de fénix, volviendo cenizas lo que no le conviene para hacerlo renacer de ellas de una forma nueva y adaptada, ara hacerlo renacer con evolución y conciencia, pues todo lo que creamos es un pedazo mismo de nuestra propia alma. Yo sólo espero que el bien, que para mi no necesita nombre como el de Dios, el de Humanidad, Caridad, Ciencia o Progreso, ahonde en el corazón y sobre todo en la mente de las personas para que la humanidad completa, de la que soy orgulloso miembro, alcance con paso firme y apaciguado a desterrar las vicisitudes del tiempo, y a nuestro peor enemigo hasta hoy: nuestras costumbres. Solamente hace falta una cosa para todo esto: paz.
jueves, 19 de abril de 2012
El título es lo último que se escribe.
De entre el sol de entre las nubes, bajo raíces, bajo tierra, entre montes y cuevas, por la brisa y la tiniebla, siento aquello que la vida encierra. No es calor, tampoco frío, a veces me embriaga, me sacude, otras me entristece, su brillo y su luz me mecen. Esta es la complicada musa, caprichosa, ilusa, que no puedo describir porque igual que me ama me usa, descifrando en mi mente todo tipo de visiones, pasiones, emociones: un paisaje iridiscente, una extinción inminente, un heroe épico o uno disidente.
Tras escribir aqui lo que no espero entender ni que se entienda, espero que alguien comparta o comprenda lo que el arte me presenta como ofrenda, esa sensacion eterna que me embarga y me gobierna.
Tras escribir aqui lo que no espero entender ni que se entienda, espero que alguien comparta o comprenda lo que el arte me presenta como ofrenda, esa sensacion eterna que me embarga y me gobierna.
sábado, 10 de marzo de 2012
Hijo del Dragón: El viaje I
En barco marcha, en agua fría y negra,
donde el frío se ve y los hombres no llegan,
para buscarles a sus dioses unas nuevas tierras.
Allí en la nieve, hierro y sangre;
Combate fiero, eso le resarce.
para buscarles a sus dioses unas nuevas tierras.
Allí en la nieve, hierro y sangre;
Combate fiero, eso le resarce.
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